Cuando una persona está mintiendo a otra persona que no conoce,
de normal no debería ponerse
nervioso porque es una persona con la cual
no tiene ningún tipo de vinculo y no le importa si le hace daño o no.
En cambio si miente por lo general se pone nerviosa, incluso aparecen
tics que no puede evitar. Se toca el pelo, puede taparse la boca con la
mano. Cruzan los brazos o son incapaces de mantener la mirada mientras
cuentan lo que se supone es verdad. También algunas personas se ponen
nerviosas sin razón y aunque digan la verdad pude parecer culpable. Es
algo complejo, por eso existen los estudios sobre el lenguaje corporal
que son tan necesarios en algunas profesiones, tales como jueces,
policías, criminólogos.
Los mentirosos que hacen de la mentira una profesión son más
dificiles de detectar. En ese caso es muy importante no olvidar
cualquier detalle y observar al mismo tiempo que se memorizan sus
palabras. Puede ser que al decir mentiras equivoquen su versión y puedan
ser cogidos en falta. De ahí que hay que tener muy buena memoria para
mentir.
Hay algo que está fuera de toda duda, como recuerda la psicóloga Lillian Glass: mentir supone realizar un esfuerzo consciente
por no dejarnos llevar y revisar constantemente nuestras palabras y
actos para evitar que estos nos traicionen. En definitiva, comportarnos
de forma muy poco natural, puesto que la espontaneidad sólo nos puede
conducir al fracaso.
Si alguien sabe que es culpable de haber mentido toma una postura
defensiva. Alguien “inocente” cuestionará tus sospechas y tratará de
averiguar el por qué de tus dudas, mientras que un mentiroso simplemente
dirá que no a todo con pocas palabras y explicaciones.
- El mentiroso se sentirá incómodo al encarar a la persona que lo cuestiona y, por ese motivo, no te mirará a los ojos o mirará hacia otro lado.
- También existe la posibilidad de que ponga inconscientemente objetos entre él y la persona a quien le mintió.
- Tratará de cambiar el tema súbitamente. Y si lo logra, de repente, parecerá más tranquilo y volverá a la espontaneidad que lo caracteriza.
La expresión facial también es muy importante: La sonrisa natural es un sinónimo de felicidad, y hasta se puede contagiar entre las personas. Es un acto reflejo que realizamos al sentir una emoción positiva. Sin embargo, su utilidad a nivel social hace que de manera temprana aprendamos a sonreír de manera voluntaria.
La sonrisa, a diferencia de todas
las demás expresiones faciales, tiene una muy popular versión
‘diplomática’; es decir, una sonrisa forzada a propósito.
Podríamos aventurarnos a afirmar que no es tan común ‘aparentar’ enojo,
tristeza e incluso asombro. Y sin embargo a diario sonreímos
constantemente sin ‘sentir’ las emociones que acompañan a esta expresión. La sonrisa de Duchenne,
nombrada así en honor al médico investigador francés Guillaume
Duchenne, es un tipo de sonrisa que involucra la contracción de los
músculos y cerca de la los cuales elevan la comisura de los labios,
cuya contracción eleva las mejillas y produce arrugas alrededor de los
ojos.
1. La sonrisa auténtica:
La verdadera sonrisa tiene apenas dos variables presentes: se exponen
los dientes superiores y se entornan los ojos debido a la elevación de
los pómulos. En ocasiones la presión sobre los lacrimales es tal que
podemos llegar a “llorar” de la risa.2. La sonrisa falsa:
Muchas veces ves una boca sonriendo inequívocamente… Pero los ojos no la siguen; se mantienen como extraviados o fuera de lugar, y es que la ausencia de su “entornamiento” sólo indica que
estamos forzando una sonrisa diplomática, sin emoción.
Señales corporales al mentir:
Estas son las cuatro señales clave para saber si te mienten:
- Los hombros: Es la más evidente de todas. Cuando una persona dice una mentira suele encogerse de hombros debido a que se siente incómodo al decirla, es una reacción corporal de defensa ante una posible reacción del que lo escucha.
- Microexpresiones faciales: Cambios en la mirada o incluso tensión cerca de los labios. Algunos mentirosos suelen mostrar una expresión de desprecio por el que lo está escuchando, así sea sutil.
- Deleite por el duelo: Hay mentirosos que sonríen mientras dicen su mentira, así tenga que ver con un acontecimiento triste o desagradable. La sonrisa suele ser falsa, basándose solo en los músculos de los labios, por lo que es más fácil notarla.
- Contradicción: Por último, la experta asegura que el cuerpo suele contradecir al mentiroso. Un caso bastante común es cuando el mentiroso dice que sí, pero con su cabeza dice que no.
OPINIÓN PERSONAL
Una persona puede ser considerada hábil, diplomática, o astuta y verse en ella la mentira como una cualidad positiva. De algunas profesiones, como ocurre con los políticos, no se espera que digan siempre la verdad o que cumplan sus promesas. Tampoco extraña en personas que socialmente encubren mentiras para no crear situaciones perjudiciales. No nos debe extrañar que se les perdonen las mentiras o eso parece cuando hablamos de la misma. Mentira y verdad se entremezclan formando parte de un todo. Todos en determinados momentos mienten, incluso hay personas que hacen de la mentira una profesión y en estos casos se hace muy difícil detectar cuando dicen la verdad y cuando mienten. Estas personas que creen tan sinceramente sus mentiras que engañan al cuerpo y es muy difícil detectarlas. Estudiar la psicología escondida en el cuerpo es trascendental para evitar en profesiones sobretodo en el campo policial que convierten el campo del lenguaje corporal en algo casi milagroso.
Otto von Bismarck: Cuando quieras engañar al mundo, di la "verdad”.
Conxi Js
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